La aventura como apicultor comenzó en 2021, aunque el amor por los dulces y la naturaleza tiene raíces más profundas. Crecí en la "Dulcería Clavel", el negocio de mis abuelos, donde los dulces autóctonos de la palma llenaban de sabor y tradición cada rincón. Desde niño, ayudaba a mis abuelos, aprendiendo los secretos de la elaboración de estos manjares que traían alegría a tantas personas.
El nombre "Miel El Clavel" honra a mi abuela, cariñosamente conocida como "La Claveliña". Pocas personas conocen esta historia, pero para quienes la conocían, el nombre evoca calidez familiar y dulzura. En la calle, a menudo me preguntaban: "¿Dónde vives, niño?" y yo respondía con orgullo: "¡Donde está la Dulcería El Clavel!".
La llegada al mundo de la apicultura fue gracias a mi suegra, quien conocía mi amor por la naturaleza y los animales. Ella sabía que su abuelo tenía colmenas y, al ver al vecino trabajando con las suyas, me propuso que empezara con algunas propias. La idea me resultó fascinante y, sin dudarlo, decidí embarcarme en esta nueva aventura. No me costó mucho adaptarme y, cuanto más entendía el maravilloso mundo de las abejas y su forma de trabajar, más me enamoraba de ellas.
Hoy en día, cuento con un número importante de colmenas y me dedico a comercializar la miel que cuido con esmero durante todo el año. Cada frasco de Miel El Clavel no solo representa la calidad de nuestra miel, sino también el amor y la dedicación que se pone en el cuidado de nuestras abejas y su hábitat.
Lo que hace especial a Miel El Clavel es la rica y auténtica historia que la respalda. En cada cucharada, puedes saborear la unión de la herencia familiar y la dulzura que proviene de lo natural. Desde la miel de flores silvestres, con su sabor suave y equilibrado, hasta otras variedades cuidadosamente elaboradas, cada producto refleja la diversidad y riqueza que brinda nuestra tierra.
Te invito a descubrir Miel El Clavel, donde cada bocado celebra la tradición, la dulzura y un profundo compromiso con la naturaleza. Con cada frasco que adquieras, no solo apoyas una pequeña empresa; te unes a una historia familiar que honra el legado y la belleza de lo natural.